En la calma:

Más que una serie es una reflexión y una necesidad sobre el sosiego, la quietud, serenidad, o reposo que en nuestro interior pedimos con urgencia.

Este es un viaje en el encierro, a mi interior, a mis recuerdos, mis memorias, mis hijas, una obra más íntima, pero mi memoria es como la de muchos otros, se nutre con esa memoria colectiva, por ende, también pueden ser los recuerdos, o memorias de muchos en ese contexto la obra se vuelve universal.

Este es un nuevo mundo donde, por primera vez, cada uno de mis personajes deciden que hacer y qué no hacer, aterrizaron de mis barcos, globos, naves, máquinas, y de esa explosión de colores, donde casi un abstracto servía de escenario en incontables historias, ahora ellos se bajan de mi mundo, literalmente tocan tierra, y empiezan a transitar sin ser todavía bautizados, como era la tradición, (primero el concepto y después la ejecución técnica.) quizá ahora más mundano o más espiritual, no se… pero esa introspección y diálogo es de ellos, y no mía, donde no posan para mí, sino que transitan indiferentes a mi presencia, sobre todo porque por primera vez se encuentran en un mundo real, buscando desesperadamente ese instante donde ese estado, inunde su ser y el nuestro.

Alex Cuchilla

«Descolonizar, es estar en el tercer mundo pero con pensamiento de primer mundo. Lo que implica respeto por tu raza, tu gente y tu contexto. Por eso pinto mi tierra».

Alex Cuchilla.

El tema de la obra del maestro Alex Cuchilla gira en torno a la descolonización, y se refiere a una cosmovisión diferente a la occidental eurocentrista, (dualista cartesiana, hombre-naturaleza; que pone al hombre sobre la naturaleza). Cuestionando dicho pensamiento y reivindicando el arte y la cultura latinoamericana; permitiendo, que las ideas de la cosmovisión prehispánica, donde el hombre era parte de la naturaleza como un solo elemento, se retomen. Sin embargo, esto no implica regresar al pasado, sino rescatar elementos que aporten al sistema local de creación y producción de identidad y cultura.

Incluso re-crearlos, como los glifos o símbolos que encontramos en los cabellos de sus personajes, que pueden hacer referencia a la imaginación; pero también, a la historia de ellos y de nosotros, personal y social. Hacen parte de ellos y de nosotros. Cuchilla hablando de esto dice: «Hoy, lo uso como herramienta, incluso de denuncia, y pasan de los cabellos a las armas.» Y es que, nuestra historia, identidad y particularidades sociales; como su obra, están en constante re-construcción.

Cuchilla reconoce en la obra de Camilo Minero, Benjamín Cañas, Cesar Menéndez, Antonio Cañas, Walterio entre otros, la potencia de las particularidades culturales del contexto, de cada uno de esos artistas. Y, como ellos las retomaron, logrando dignificarlos desde su obra, incluso, ante las precariedades que notaron.

Esa reflexión lo lleva a comentar que su proceso es una aproximación, y que: «aún no logro lo que busco», con su producción. Además, su obra es un proceso de reconocimiento de la identidad local, y de descubrimiento de la identidad que como artista, está construyendo constantemente. Define su proceso como un viaje, entre personas y personajes, técnicas, corrientes, escenarios, etc.

«El pensamiento decolonial me permite revalorar lo que pinto, incluso los colores; por eso me interesa pintar con los colores nuestros.»

La obra del maestro Cuchilla es sin lugar a dudas una obra madura, bastante reflexionada, y técnicamente muy bien elaborada; incluso, es reconocida entre los mismos artistas plásticos nacionales como de enorme calidad. Sin embargo, hablar de la obra sin hablar de su forma de ser es quedarse corto; pues, así como su obra se ofrece al espectador, -para el disfrute visual, con la intención de detonar la reflexión sobre: la relación de la persona con su entorno social, natural, cultural y cotidiano.- Así también, él mismo se ofrece, con su tiempo y su conocimiento sin reparos, a quién se acerca.

Luis Cornejo, por ejemplo, comenta: que algunas de sus primeras lecciones de pintura las aprendió de Cuchilla al visitar su estudio, y entre risas explica que posteriormente, en su casa, no pudo replicar la lección; aunque claro que le ayudo a construir su base como pintor. Hoy en día, no cabe duda de la calidad plástica de Cornejo o Cuchilla, pero la apertura que ofreció y sigue ofreciendo Alex ha sido un aporte incalculable a las nuevas generaciones, que se han nutrido de su conocimiento y disponibilidad para enseñar.

Por lo tanto, hablar con Alex es por lo general un aprendizaje de la plástica y de la vida misma; Y, escribir sobre él, será siempre insuficiente.

Jaime Izaguirre

@jaimeizaguirre.art

Alex Cuchilla Artista Salvadoreño
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